Me gustan estas historias desde siempre, ya se utilicen automóviles de todo tipo, barcos o aviones. Las disfruto. Pero esta… Me deja bastante frío, hay tanto poderío técnico y económico detrás que sólo me queda admirar el mérito de esos tres conductores, sin despreciar el de mecánicos y demás personal, pero no es lo mismo. Por otra parte, es una hazaña que está al alcance de cualquier fabricante, digo yo.
Y esa opacidad respecto al accidente… Da muy mala imagen e invita a pensar mal, por más que no me guste, parece que hubiese habido trágicas consecuencias al chocar contra un vehículo viejo. La media de velocidad me parece impresionante, lo raro es que no hubiesen tenido más accidentes, y me pregunto si Volkswagen habría conseguido alguna patente de corso “de facto” respecto a esto. En fin, en mi opinión no le veo sentido a este tipo de pruebas.
@1 Soria, gracias por el enlace; no conocía esa aventura, que va mucho más allá; vamos, es un proyecto de vida en toda regla sumamente curioso y que además parece muy alegre. Pero yo no me atrevería ni a cruzar media España con ese coche, no creo.
Saludos.
